En el apogeo de la pandemia, El Proyecto Esperanza llegó a más de 20 comunidades en seis países sudamericanos. Gracias a la conectividad actual, pudimos trabajar de forma remota con equipos locales y de los pueblos protagonistas, para contar sus historias de lucha, resiliencia y sanación.

La investigación continua hasta nuestros días, para ayudarnos a entender como prepararnos para lo que viene.